Si sientes picazón en las piernas después de la depilación, varias razones podrían ser las responsables:
1. Depilación Incompleta: A veces, no se elimina todo el vello durante el proceso de depilación. Lo que podría parecer una barba incipiente y espinosa podrían ser pelos cortos y perdidos.
2. Rotura del cabello: si el cabello se rompe en la superficie de la piel o justo encima de ella en lugar de arrancarlo desde la raíz, puede dejar una sensación de picazón similar a la de una barba incipiente.
3. Vellos encarnados: Después de la depilación, algunos vellos pueden volver a crecer dentro de la piel en lugar de subir y salir del folículo, lo que provoca vellos encarnados. Estos pueden resultar espinosos al tacto.
4. Irritación de la piel: La depilación con cera no sólo elimina el vello sino que también exfolia la piel. En ocasiones, esto puede provocar irritación de la piel, lo que puede provocar una sensación de picazón.
5. Recrecimiento: Los ciclos de crecimiento del cabello varían y algunos cabellos pueden estar en una fase diferente del ciclo de crecimiento. Esto significa que podrían empezar a volver a crecer antes que otros, lo que puede provocar que le piquen las piernas.
6. Residuo de cera: A veces, puede haber restos de cera en la piel que pueden provocar una sensación pegajosa o punzante.
7. Cuidados posteriores inadecuados: No hidratar ni exfoliar la piel después de la depilación a veces puede provocar una sensación de picazón a medida que se acumulan las células muertas de la piel.
Para aliviar el picor, puedes:
Hidrátate con regularidad: aplica un humectante suave y sin fragancia para mantener la piel suave y reducir el picor.
Exfolia: Exfolia tu piel con regularidad (pero no inmediatamente después de la depilación) para evitar la acumulación de piel muerta y reducir el riesgo de vellos encarnados.
Use ropa holgada: Después de la depilación, déle a su piel algo de tiempo para respirar y sanar. Evite la ropa ajustada que pueda irritar su piel o causar fricción.
Si experimenta molestias prolongadas, enrojecimiento intenso u otros síntomas más allá de un ligero picor, podría ser una buena idea consultar con un dermatólogo o un profesional del cuidado de la piel.